Historia

Nuestros orígenes

Aunque las prospecciones arqueológicas realizadas indican la presencia humana en estas tierras en el Paleolítico Inferior y que a partir del Paleolítico Medio hubo un continuo poblamiento en el área, el primer núcleo de población podemos situarlo cronológicamente en la Edad de Bronce, a tenor de los restos de un poblado descubiertos en la ladera sur del Cerro del Castillo, una pequeña población fortificada. Los restos de este asentamiento son visibles en la actualidad. Si paseas por el camino de La Solana, llegarás hasta los restos de un granero que está considerado el más grande de este periodo descubierto hasta la actualidad.

En la etapa romana, la población de Alange se define y potencia gracias a las bondades de sus aguas medicinales, origen de sus magníficas termas, primero y del balneario después. En aquella época, sólo existía el complejo termal con unas instalaciones periféricas a modo de infraestructura residencial para hospedaje, aunque ciertos hallazgos arquitectónicos constatan la existencia de una pequeña necrópolis, donde se depositaba a los fallecidos, y de un pequeño templo.


Dominación musulmana

Bajo el dominio árabe, etapa que se manifiesta en los restos del castillo, Alange desempeñó un relevante papel en la lucha de los rebeldes mozárabes emeritenses contra el poder central de Córdoba, ya que ocupaba un punto de paso obligado en el camino desde esta capital a Badajoz.


El castillo fue tomado por los cristianos en 1234 y habitado hasta finales del s. XV, época en la que se abandona.


A comienzos del s. XIV Alange es encomendada a la Orden de Santiago y de manos de ésta, se constituye en "Encomienda", perteneciendo jurisdiccionalmente a la Provincia de León. El ámbito jerárquico de su castillo comprendía a Villagonzalo, La Zarza, Oliva de Mérida, Palomas, Puebla de la Reina, Puebla del Prior y Ribera del Fresno, cuyos diezmos eran entregados al convento de San Marcos de León, a través de su administrador en Mérida.


En 1566 Felipe II concede a la Villa de Alange el Privilegio de Jurisdicción de Primera Instancia. En 1588 el monarca concedió la Jurisdicción civil y criminal de Primera Instancia a Villagonzalo y un año después a La Zarza -llamada hasta hace poco Zarza de Alange-, lo que significaba su independencia respecto de Alange.

En los últimos años del s. XVIII las termas -abandonadas tras la ocupación romana- fueron restauradas y de nuevo puestas en uso.